me harías muy feliz
y al no oírla de tus labios
sólo me haces sufrir.
El camello muere en la arena,
el águila en la roca,
y yo quisiera morir
con mis labios en tu boca.
Fuimos dos desconocidos,
que de pronto os encontramos,
fuimos dos amigos,
que de pronto nos enamoramos.
Al poco tiempo de conocerte
me empezaste a gustar,
y ahora que te conozco
no te puedo olvidar.
Estoy viviendo en un dolor
del cual tu eres testigo
por que pudiendo decirte amor
tengo que decirte amigo.
Yo te deseo como
las rosas desean la lluvia.
yo te necesito como
los poetas necesitan las poesías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario